viernes, 24 de julio de 2015

ATLANTES... “...Yo también lo tengo”




Con este coloquial y espontaneo “yo también lo tengo”, surgido en las redes sociales de forma casual e improvisada, se inicia una imprevista y simpática campaña promocional de la primera producción discográfica de Atlantes.
Y curiosamente, casi sin advertirse, la referida expresión guarda una intención y un significado que va más allá de lo anecdótico y lo divertido.
Pues, durante muchos años; (demasiados tal vez); quienes siempre hemos seguido y admirado a esta extraordinaria formación musical, hemos aguardado estoicamente la oportunidad de atesorar algo perpetuo y tangible que siempre pueda transportarnos a aquellos momentos inolvidables de sus actuaciones en directo.
Quienes hemos alcanzado el privilegio de “también tener” en nuestras manos esta magnífica obra discográfica, entendemos muy bien el trasfondo de tal fortuita frasecilla. Porque el hecho tenerlo, es más que un simple acto de posesión. Es el poder tocar y contemplar la prueba material de que estuvimos allí, en aquel memorable momento en el que se reveló y salió a la luz un nuevo, flamante y esplendoroso hito en el acerbo histórico de nuestra música popular y tradicional.


Casi sin pretenderlo, Atlantes propone una obra que trasciende a unas sensaciones que van mucho más lejos de lo puramente musical. Basta con abrir el envoltorio de su muy cuidada maquetación, y leer detenidamente su contraportada, para descubrir toda una declaración de intenciones sobre el espíritu que alimenta y alienta a esta formación musical. Tan sólo por eso, merece la pena tenerlo. Porque cantar sin un mensaje, no es cantar...sería simplemente entretener o encandilar.
Es esta coherencia, esta solidez de intenciones, lo que confiere a Atlantes un distintivo especial, que le llevará a ocupar inexorablemente un lugar en la historia de nuestra música, pues siempre su recuerdo vinculará a aquel, su prodigioso talento musical, con aquella poética motivación que les llevó a desarrollarlo.
Porque esa misma motivación es la que ha llevado a este aprendiz de cronista y escritor a volver a teclear por estos rincones, tras una larga ausencia. Tan sólo por eso, gracias Atlantes.

Tratándose de Atlantes, podríamos extendernos muchísimo más, abundando en su consabido y reconocido virtuosismo instrumental y coral, en la contundente e inimitable impronta musical de su director, compositor y arreglista, Héctor González...etc. Pero ya lo hemos hecho en otras ocasiones con motivo de pasados y felices encuentros. Podríamos también detenernos a comentar cada uno de los catorce temas que componen esta novedosa y excelente obra discográfica, pero ellos ya lo han hecho mucho mejor de lo que podría hacerlo yo, incorporando un bello cuaderno explicativo para esta primera edición.

Resultará mucho mejor, acomodarse tranquilamente para deleitar nuestro espíritu escuchando tan extraordinaria obra, sabiendo que al fin, atesora en sus manos un disco absolutamente IM-PRES-CIN-DI-BLE, con el que renovar su incondicional amor por toda nuestra música, y con el que poder decir: “yo también lo tengo”.
Por cierto...yo también lo tengo.

Félix Román Morales

para Artistasenred.

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